viernes, 31 de diciembre de 2010

¡Feliz año nuevo!

Eso es, el último día del año. No hace tanto tiempo hubo momentos en los que muchos de nosotros nos preguntamos si íbamos a llegar tan lejos, pero aquí estamos. Algunos pasan este día en familia, otros sin embargo, separados. Hay quien prefiere vivir una fiesta descomunal celebrando la entrada al nuevo año, otros prefieren sacrificar esa noche para sacar lo que tienen hacia delante para así, ser recompensados con múltiples sonrisas de satisfacción. Ahora bien, piensa en todo por lo que has pasado. ¿Cuántas cosas de tu vida han cambiado? ¿Qué has ganado? ¿De cuántas te has liberado? El 2011 está en camino y ninguno de nosotros podemos impedirlo. Pero por otro lado ¿quién querría estar estancado para siempre en el 2010? Es hora de pasar el gran umbral con un poco de equilibrio, sin caernos pero con una sonrisa especial. Y justo, en el minuto 59 coger y cerrar fuerte los ojos, pensar en todos aquellos propósitos que te llevaste a la cama desde que empezó el año anterior y entonces, respirar. Nadie tiene la certeza de qué es lo que nos depararán 365 días más, pero para eso ya tenemos la paciencia.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Cierto.

Deberías dejar todas esas esperanzas que siguen circulando por tu cabeza. Después de todo, tienes una realidad a la que amoldarte.

martes, 28 de diciembre de 2010

Inocente, inocente II :

¡Te lo creiste otra vez!

Inocente, inocente.

¿Sabes qué pasa? Que siempre ocurre la misma historia, cambia el escenario, la perspectiva e incluso la forma de enfocarlo, pero el corazón, el corazón sigue siendo el mismo ingenuo e idiota de siempre que no gira con la misma capacidad de reacción. Es curioso el reconocer que me equivoco constantemente de dirección aun sabiendo dónde me encuentro. Es difícil conocer lo que una sabe que sufrirá con el tiempo aun dejándose caer entre las manos ajenas. Es increíble como desordenas tu misma tu vida aun teniendo las reglas para huir. ¿Por qué dejarse llevar si te la vas a pegar? A veces ¿sabes qué pienso? Que te gusta chocarte contra la misma pared, que tú no eres de esas que dicen que dos veces con la misma piedra está bien, tu eres de las que les gusta darle al play para luego coger y rebobinar la cinta.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Que si, que lo se.

Que me se de sobra eso de confundir las señales por deseos que salen directos del corazón. 

jueves, 23 de diciembre de 2010

.

Tengo la sensación de haber hecho demasiado y sin embargo sentir que todo en vano, tengo la sensación de estar haciendo lo incorrecto y sin embargo no poder dejar de hacerlo.




Funeral. Zahara.

martes, 21 de diciembre de 2010

lunes, 20 de diciembre de 2010

Vida.

Que sencilla se me hace la vida si me llega así de aburrida caminando a pasos de tortuga para tardar infinitos en volcarse y hacerme girar. Necesito de la inestabilidad bajo mi piel y dentro mi pecho, necesito de los temblores que fluyen por doquier a una velocidad supersónica y del dulce susurro diciéndome que siga y no pare. Y no quiero que acabe, ansío la locura que dicen que existe por aquí, no muy lejos de tu cuerpo, y del calor asfixiante que muero por notar bajo las sabanas de mi vida, hundirme con la piel erizada sobre tu pecho y sentirme viva.

.

Después de tanto tiempo me he dado cuenta de que las cosas que me asustan me hacen más feliz. 
¿Qué mierda me habrás dado que me hace tan feliz?








Lisboa. Miss Caffeina.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Non stop

Este sentimiento que me evade y me invade en cuerpo y alma me asusta, está fluyendo por mi cuerpo a una velocidad vertiginosa, casi imparable.

.

Creo en los encuentros incontrolados e imprevisibles que ocurren por medio de algo que es tan necesario casi como el respirar.

Y mira que a veces soy así.

A veces me entusiasmo con la idea y luego dejo de prestarle toda la atención que necesita. A tiempos acompasados, me evado e imagino cosas, y al paso de unos minutos me canso y me disuelvo en canciones pegadizas que absorben mis problemas, mis ganas y mis latitudes. Y me encienden, de tal forma, que hasta el frio se evapora con solo acercarme y mirar, sobrevolar vacíos inalcanzables, esconderme y permanecer quieta en cualquier pequeño recoveco de tu cabeza o corazón. Y mira que a veces me gusta ser impaciente y que suelo engancharme de cualquiera que no me convenga, que no aprendo de los errores que voy cometiendo a pies juntillas y me suelo salir de esa línea a la que llaman por destino. Ni pienso en las idas de los días que se deslizan por mi esquina, ni vengo al son del viento que me enerva y me acaricia a la vida. Que las cosas pasan si tu pasas por mi vera, que no hay más certeza que la de mirarte y fundirme con la estratosfera, sentirme fuera de todos los esquemas y soltar una sonrisa, bien fuerte, convirtiendo así, palizas en caricias y días malos por miradas, de esas, que te hacen sentir en las nubes si tu rozas por mi espalda y me quitas de esa forma el corazón.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Tu también fuiste una canción alguna vez.

Tu también fuiste una canción alguna vez . En algún momento alguien te vio tropezar y miró la lluvia en tus pestañas contando los segundos que tardaron al caer. Te vio fruncir los labios, el aire dentro de tu piel. Se cruzaron palabras sin sentido con miradas que a veces ocultan demasiado contenido sin podernos contener. Suspiros medio vacíos tras un surtido de atardeceres bajo el techo de este andén. Aguantar la voz a gritos dispuesta a salir corriendo y escapar del laberinto que parece permanecer. No escuchar más que versos predispuestos a arañar los sentidos escondidos con el tiempo de un antiguo amanecer. Vivir soñando encuentros imposibles en cientos de lugares inoportunos. Dar una calada al viento y colocarnos de este frio otoño que se cierne sobre mi. Que el paso de las hojas cubra al mal tiempo que a veces trastorna nuestra conciencia, pensando en qué hacemos aquí, que pudimos haber hecho y que queda por ocurrir. Recoriéndonos mil bares sin mirar por donde ir, permitiéndonos un mundo, pudiendo así ser poesía solo por esta vez

jueves, 16 de diciembre de 2010

Nota para mí misma II :

- Suelta el lápiz, deja la tecla.

Eléctrico.

- Que horrible es contener lo incontenible ¿no crees?
- ¿Realmente piensas que a mi me gusta sentirme así? ¿Encontrarme sumida en este estado de idiotez profunda? No. Preferiría una y mil veces ser una necia y comportarme como tal, centrarme solo en mí. Pero es tan imposible como incontrolable. Y entonces apareces tu, con esa extraña, pero encantadora esencia que te rodea de la cabeza a los pies y lo contaminas todo, acortando momentáneamente la respiración junto a esa curiosa perspectiva que me hace ver las cosas de otro modo. Y sinceramente, lo odio. Estoy empezando a aborrecer lo insulsa que puedo llegar a ser, como puedo convertirme y transformarme al segundo de verte aparecer con la sonrisa esa, tan terrible, que me sale solo de pensarlo.
- Espera un momento..
- No, espera tu, y escucha atentamente porque no lo repetiré más de una vez ¿Sabes que más cosas espantosas se me ocurren? Me repugna este sentimiento de amabilidad y alegría que me surge y que se me mete por la vía del corazón, haciendo así, que éste me bombee con tanta fuerza que parezca que haya dentro un grupo de rock viviendo bajo mi piel pidiendo a gritos soltar una canción para así, hacerte comprender esto que siento. Es gracioso y al mismo tiempo espeluznante lo que se acontece por el meridiano de mis latidos de tan solo imaginar la situación. Sinceramente, no se como puedo encauzar tanto odio entre mis manos mientras tu, no haces más que electrificar cada resquicio con el simple roce de tu cuerpo al caminar.

.

Tu risa emite una señal
y luego te arrepientes.







mecánica espiral. Miss caffeina.

martes, 14 de diciembre de 2010

Bifurcaciones.

Desde que nacemos y salimos a ese exterior que se conoce como realidad, hemos estado definidos por alguna, aunque pequeña, elección que nos hace continuamente usar al verbo renunciar. La dialéctica nos priva de ciertos significados, hay ciertos momentos, sucesos que incluso no tienen un nombre, carecen de letras en el abecedario para tanta objeción. No aparecen transcritos en ningún códice y mucho menos dentro de la ley. Debería estar prohibido querer así, sentirse así, dolerse así, de esa manera tan brusca y sensacional, como suele decirse, que contrariedad. Unos nacen con la capacidad de adorar a las cifras y sus soluciones, se entretienen en formular, sumar, contar, restar, calcular el mundo entero si hace falta para encontrar una respuesta posible a esto que nos está sucediendo. Otros, en cambio, adoran la escritura y el don de decir con una sola palabra todo lo que les pasa por dentro. 


lunes, 13 de diciembre de 2010

Marcas trasversales.

Me hiervo al pensar que metiste a dos tristes almas errantes en el mismo escondite y quisiste sentirme, sentirte y sentirle e hiciste lo mismo irrepetibles e inimaginables veces tras saber que no era lo adecuado y tras creerte el mejor. Por cada uno de todos esos suspiros que dejaste en carne viva cerca de todas las partes tangibles e incluso imaginarias, imperceptibles y me atrevo decir que hasta asfixiantes, por encima de todo lo cuerdo y a tientos, reescribes, infliges y no paras hasta camelarte a mi pequeño pero inerte corazón. 


domingo, 12 de diciembre de 2010

Venganza.

Venganza, dicen que se sirve en un plato frío, pero sabe dulce en mis labios y su tacto fresco y sedoso en mis manos es demasiado apetecible como para que pueda resistirme a ella. Venganza, ven a mí, déjame morder tu piel madura y deleitarme con tu olor al romper la piel de tu fruta. Déjame sentir el placer de ser yo quién te imparta, aunque solo me dure unos segundos y que mientras dure sea lo más locuaz y que procure ser genial y totalmente perceptible para así, poder a tus sentidos y dañarte con fuerza, surgir incertidumbres dentro de tu piel y que al segundo, tiembles. Pero esta vez no de placer, como antaño hiciste, si no de miedo y sufrimiento. Quiero que tus ojos me miren agónicos, deseando que pare y no que siga, que me supliques para que termine, no para que empiece y que de mis labios te diga que no hay más silencio que el que ansío sentir pegada a tu cuerpo, pero esta vez será que no, será que necesito poner la otra mejilla, huir de tus suspiros incesantes y cubrir con mil sonrisas que no son contigo ni por ti. Que no hay más por hacer que lo que ya no haya hecho y que no hago otra cosa que buscar que me mires y me digas que soy toda para ti. Pero no quiero, ahora es mi momento y necesito resurgir sin tus mentiras, tus espinas y tus ganas de hacerme tuya sin quererme. Me dijeron que fueron tus ansías de tenerme quieta frente a ti pero sin derecho alguno a probarte, comerte, ni siquiera a intentar quererte.




http://chalacabum.blogspot.com/2010/12/venganza.html



Chalacabum&Corazónsatélite

sábado, 11 de diciembre de 2010

.

En los últimos días había sobrevivido a un montón de cosas que deberían haber acabado conmigo, pero eso no me hacía sentirme más fuerte. Al contrario, me notaba tremendamente frágil, como si una sola palabra pudiera hacerme pedazos.




Luna nueva.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Quizás.

 Tal vez la vida sea más interesante y emocionante si no puedes estar seguro de qué es lo que va a pasar a continuación.

jueves, 9 de diciembre de 2010

El truco está en no aferrarnos.

Ayer señala que la vida nunca nos hace pasar por más de lo que podemos hacer frente. Sin embargo, algunas veces nos hace pasar por más de lo que creemos poder manejar. En tales ocasiones, el truco consiste en no aferrarnos como si nos fuera la vida en ello a medida que nos vamos acercando cada vez más a lo que parece ser el límite. Es cambiar de forma de pensar, es decidir que podemos tomarnos esto - y más aún - con calma si fuera necesario.

Irremediablemente cierto.

Tiras y aflojas sin miedo a romper la cuerda en mis narices, notas la diversión en sentir el calor cuando se antoja y en volver a respirarlo expulsando un poco de aire para así, coger y reaccionar. Desordenas todas mis creencias y te encanta llenarme en cada resquicio de ideas absurdas que luego se quedan en nada más que eso. Es una cosa incontrolable que menea a mi cuerpo desde dentro y lo saca todo en forma de electricidad. Me hago impermeable en cada palabra y sentimiento, me gusta llenarme de eso que me hace abrir los ojos, que me enloquece y hace que me vengan las ganas de canturrearle a la vida lo que me provocas. Es horrible y a la vez tan irresistible, que no puedo ni evitar sacar una sonrisa mientras no hago más que suspirar.

Y así, consecutivamente.

Si nos permitimos aceptar lo inaceptable, al final lo inaceptable se volverá aceptable. 



.

Porque no hay nada nuevo bajo el sol,
nada que nadie no haya sentido nunca
nada que nadie no haya sufrido, ni llorado.
Nada que nadie no haya gritado de felicidad,
nada nuevo por lo que sonreir.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

lunes, 6 de diciembre de 2010

Cosas que odio.

¿Sabes? Odio cuando llega la noche y no me quiero acostar. También odio las interrogaciones,  porque me hacen preguntarme demasiado y realmente no me gustaría enterarme ni de la mitad. Odio cuando me siento frágil al sentarme en esta silla que tambalea al mínimo movimiento brusco, porque siento que caeré y no estarás para recogerme al vuelo sentado sobre el suelo. Odio sentirme incompleta y odio completarme cuando estás aquí, detrás, riéndote de mí. Odio el frio en mis muñecas, mis dedos y mi cara. Verme envuelta en la oscuridad y no encontrar el interruptor. Que salga agua fría en la ducha cuando no la busco y ser algo torpe en alguna ocasión. Odio ser divertida y ridícula al mismo tiempo. Que me roce tu mano y no ser capaz de agarrarla bien fuerte para no dejarla escapar. Que te vayas y me dejes atrás. Que no me mires a los ojos, y que yo tampoco te pueda mirar. Que me cruja la mandíbula al sonreír, al hablar y que no escuches el chasquido para así, poderme aliviar. Tener hambre y comer sin parar. Que llegue la hora de la despedida, sin pillarme desprevenida y morirme al pensar que te vas y otras muchas horas sin hablar. Odio cuando creo que desperdicio mi tiempo sin decirte lo que odiaría haberte dicho si lo hiciera. Sin poder hacer más que seguir odiándolo.
¿Dónde me he metido? ¿De dónde no he salido? Odio sentirme entre las cuerdas. Al filo de lo imposible y por qué no decirlo, sin ti.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Suposiciones II

Supongo que dejé de ser la novedad y pasé a ser algo menos concluyente, importante y por qué no decirlo, divertido. Para dejar de engañarme primero tenía que admitirlo, que lo que me estaba repitiendo a mi misma desde hace varios días era lo cierto, y que antes, había estado en ese modo equivocado en el que las personas humanas solemos entrar/caer por error. Cómo, en algún resquicio de mi tiempo pude llegar a tener la genial idea de que podía ser tu centro de calor perfectamente escondido en un huequito de tu pecho, pensar que pudiera ser tu detonador, la razón de tu bonita sonrisa, y por qué no añadirlo, de tus ganas de cantar. Que no hacía más que seguir tus dedos al tocar, mientras no hacíamos más que entretenernos con algo que, conseguía crear un poco de silencio para así, proponerme la misión de contar tus latidos. Era muy divertido, créeme, si hubiera sido por mí, incluso hubiera pasado de los cien. Vibrabas con tan solo un roce, o eso pensaba, y tonta de mí, que creí que podría ser por mí y no por más que una simple brisa de aire frio que emergía de la calle y que se depositó dentro de tu cuerpo.  Lo cierto es que sentí un poco de envidia, sentir querer ser un poco de aire y que, que mas da decirlo, me respirases. Pero al fin y al cabo eran cosas mías, lo siento, no volveré a molestar. He dedicado demasiado tiempo de mi día a día a imaginar cómo serían nuestras vidas si algo las uniese por casualidad.



sábado, 4 de diciembre de 2010

Nota para mí misma:

- No dejes que Diciembre se te meta por las venas.

Apágame.

Hoy no quiero enderezar las tuercas de mi vida, ni tampoco reactivarme. Ansío ser voluble en diversas partes de mi cuerpo, no escondo más que lo que soy, tengo el puñetero don de reflejarme en cada mueca, sonrisa e incertidumbre. Hoy no quiero levantarme y dejar que el mundo se ría de mí.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Atónito y disperso.

Todo comenzaba una noche en la que yo no podía sentir más que a mi corazón bombeando de un punto a otro de mi cuerpo, recorriéndome por cada centímetro. Podría dibujar un trazo extremadamente perfecto, como un impulso nervioso que sucedía cada medio segundo, que me acortaba la respiración a su paso, y me aceleraba la vida. Oh dios ¡me iba a explotar! Notaba que no podía resistirlo más, que como se me fuera de las manos me iba a alborotar y al final acabarían huyendo mis ganas de bostezar, para así, unirse con la noche. Podía incluso describir cada zona en la que hacía una parada para descargar su energía, que, ¿negativa? Me hacía sentir fuera de mí. Comenzó por las muñecas, que vibraban cual discoteca con su alocada música sobre un mueble cercano, el pulso me desbordaba y yo trataba de perseguirlo con mis dedos intentando acompasar su movimiento con mi frenético corazón, deseaba afrontar ese reto. Seguía por mi garganta, que carraspeaba a voces que soltara su nombre, así, sin más, para luego, con cuidado y de repente, bajar hacia mi pecho, y pobre pecho, necesitaba ayuda hasta para respirar. Una bocanada de aire me era ya insuficiente, el ritmo de la sangre aumentaba, como si con mis dedos bailase, podría palparse a la mínima si no fuera por la gruesa capa de mi piel. Ansiedad sintomática, y un flujo de sensaciones inverosímil, que contrariedad, notaba que me iba a morir y al mismo tiempo me sentía tan viva. Me encontraba ya tan cerca del límite, pero para mí, era más real que cualquier otra cosa.

.

No doy el perfil, ni en tacones, de las almas de usar y tirar.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Qué he hecho o qué has hecho.

Me sentía indefensa ante esa mirada tambaleante. Era demasiado intensa para mí, no podía sostenerla más de cinco segundos exactos, era clavarme y quemarme por dentro. Y no es que no me gustara ese sentimiento, pero lo prefería evadir. Quise arriesgarme más de una vez y lanzarme a su encuentro, intentaba esquivar sus impulsos, pero eran demasiado, repito, que no llevaba el escudo puesto y acabé enganchándome. Pero me crea algo que me desconcierta, me acelera el pulso en cada palabra e incluso me atrevo a decir que despierta en mí un flujo de estúpidas rimas que no cesan y  se mueren por brotar a través de mis dedos. No creas que no lo he intentado, intento alejarme de ti a cada momento, que en cada movimiento saco fuerzas para no tentarte y no llegar a sentirte más cerca. Retengo los minutos que quiero regalarte sin a cambio esperar algo más, que no consigo entender que podría suceder si dejara que eso pasase. Que tus labios son irresistibles ante mis sentidos, y a veces me pregunto qué haré si no lo haces ahora mismo, si no decides separarte de mi boca más que para tomar un trago de aire que no salga de mí.

A la vida le gusta hacer eso de vez en cuando.

Siento que estoy desperdiciando mis días, no me preguntes por qué.  Cuantas más cosas haga peor me siento y lo que más me gustaría es echarme a dormir, pero tampoco es que lo consiga con mucho éxito.  Lo que más rabia me da es no tener donde contarlo para que el resto del mundo se entere y deje de joder. Lo cierto es que es culpa mía, pero nunca viene mal echársela a los demás ¿verdad? Suena incluso más divertido de lo que en sí sonaría. La realidad es que esta situación ha llegado a un punto en la que me saca de quicio cualquier estupidez. Ya no se dónde he metido la ilusión que me hacía todo, creo que mis ganas de acelerar las cosas es lo que hace que tropiece con cada agujero que me encuentro y mi vida se ralentice, es horrible. Si sonrío es porque lo hago y si no sonrío es porque no me vienen ganas de mentir.  
Para qué me voy a engañar, si echar de menos es lo que mejor se me da en estos momentos, y por de pronto, es lo que más estoy odiando de este mundo. Y todo cambia y todos crecen y yo me veo pequeña a cada minuto quedando reducida al tamaño de una célula la cual, llegado el momento, nadie encontraría. A veces me quedo mirando a los ojos de anónimos que viajan en el mismo autobús que cojo cada día de mi vida y me pongo a pensar en sus corazones. Pero nunca consigo saber con total certeza si se encuentran en añicos o si aún lo guardan a buen recaudo. A veces pienso que todo tiene una forma de bucle que se repite, como cuando te aprendes de memoria todos aquellos anuncios que salen por la tele y que no puedes dejar de mirar por muy estúpidos que sean. Todos los días, mientras los observo sentada en mi sillón, me pregunto si seré algún día una de esas personas tan felices que se dan la mano y sonríen mirando hacia el futuro. Pequeña, así me siento, así soy. Quizás el mundo sea demasiado grande, quizás yo haya dejado de crecer demasiado pronto. Y de repente, cuando una de esas almas semi anónimas parece escucharme, parece encontrarme, el mundo gira, se transforma, y deja de ser tan grande, pero al segundo, el segundo infinito en que rompo el contacto, vuelvo a ser la mota de polvo más insignificante de la tierra.


http://chalacabum.blogspot.com/2010/12/la-vida-le-gusta-hacer-eso-de-vez-en.html


Corazón satélite & Chalacabum.

Suposiciones.

Supongo que te imaginaba aquí sentado, tras de mí y el calentador, siendo tan encantador que hasta estarías esperando a que me acostase a tu vera y te contara cualquier cosa para hacerte reír y acabáramos jugando a las cosquillas por tu tripa. Qué ironía, si sabes de sobra que adoro verte sonreír.